Blog ciencia-ficción

Nada de fantaciencia, ni de literatura especulativa, ni de ficción científica, ni tampoco de literatura futurista. Sólo ciencia ficción.

Universo de pocos

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miércoles, 30 de septiembre de 2015

Un nido bien hecho

Nido de pesadillas de Lisa TuttleSí, lo sé, los relatos contenidos en Nido de pesadillas de Lisa Tuttle no son de ciencia-ficción. Lo sé pero no he podido evitar incluirlos en esta página, además el panorama actual del género en España no da para mucho. Así que a pesar de lo que dice la cabecera de este blog he incluido una reseña de un libro que no pertenece a la ciencia-ficción.
 
Muy bien escritas, las historias que componen el libro pertenecen claramente al género de terror. Tuttle sabe muy bien infundir desde el inicio el desasosiego, la angustia, la sensación de que algo terrible puede ocurrir en cualquier momento, lo hace sin excederse con los adjetivos, sin escenas sangrientas, sin efectismos, poco a poco, con mucha paciencia, creando el clima adecuado para luego al final darnos el zarpazo final con el que sobrecogernos o revolver nuestra conciencia. Los recursos de los que se vale la autora son los habituales en este tipo de relatos: casas misteriosas, objetos antiguos, leyendas regionales, lo que pasa es que Tuttle los utiliza con maestría combinándolos hábilmente con historias cotidianas. En casi todos los relatos hay un trasfondo sentimental: un problema matrimonial, un conflicto entre madres e hijos, un malestar entre hermanas, etc. Y es ese nexo entre la vida común y el mundo fantástico lo que consigue que las historias de Tuttle sobresalgan del terror ordinario. El problema es que ese "minimalismo" hace que pocos de sus relatos lleguen a perturbarnos, o a impactarnos como puedan hacerlo un cuento de Anna Starobinets o de Karin Tidbeck, por poner dos ejemplos de escritoras que he leído recientemente y que además han sido publicadas por la misma editorial. Bienes compartidos y Volando a Bizancio, quizás sean los relatos menos convencionales y mas alejados del terror. El resto de los relatos tienen mucho en común y tras leerlos uno tiene la sensación de haberse metido en la pesadilla de otra persona y no saber muy bien si lo ocurrido es real o imaginado. De entre estos destacaría La otra madre, La memoria de la madera y El nido.
 
Hablando de la editorial, me ha sorprendido la cantidad de erratas y fallos de sintaxis que tiene el texto. Parece editado con prisa, como si se hubieran saltado las revisiones finales, algo que no recuerdo que sucediera en otros libros de Nevsky Prospects, de la cual siempre he pensado cuidaba todos los detalles. Una verdadera lástima, sobre todo porque no puede decirse que sea un libro barato.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Una de zombis

Melanie de M.R. Carey Algo tienen las historias post-apocalípticas que a todos nos atraen y fascinan. En ese sentido Melanie de M.R. Carey no es diferente y cumple con las expectativas. Supongo que todos nos sentimos identificados con la lucha por la supervivencia en un mundo hostil, y en el que vivir se reduce a encontrar alimentos, agua y a que no te maten. Debe ser un residuo que ha quedado en nuestra mente de cuando éramos cazadores. El problema de este tipo de relatos, y aún más cuando se trata de zombis, es que es difícil contar algo que no se haya dicho antes. Los protagonistas de Melanie (no sé por qué le han cambiado el título del inglés: The girl with all the gifts, algo así como la chica con todos los dones) son tópicos y los hemos visto en miles de películas: la científica sin escrúpulos, el duro militar que al final resulta que tiene sentimientos, la protagonista que actúa llevada por la culpabilidad... Otra cosa es Melanie, ella sola es la que logra que el libro merezca la pena ser leído. Hay algo en esa niña adorable, dominada por algo más fuerte que ella, que me conmueve. Y es que todos somos un poco como Melanie, conscientes muchas veces de que hacemos cosas que no debemos y que, sin embargo, por mucho que luchemos contra nosotros mismos, no podemos evitar hacer.
 
La prosa de M. R. Carey es sencilla y cumple con su cometido, aunque a veces al autor se le cruzan los cables y escribe cosas como esta: "Los recuerdos despiertan en su mente y la inundan de irreales yuxtaposiciones. Casas en las que aspiró en su día vivir pasan fugazmente por delante de sus ojos, achaparradas y oscuras como viudas en un cementerio español, esperando pacientes la resurrección".
 
Las modas suelen causar en mí un fuerte rechazo, tan irrefrenable como el deseo de morder de los zombis del libro al ver a un humano sano. Supongo que por esta razón cuando vi en las librerías que la novelita trataba de zombis no sólo la deseché de inmediato, sino que la olvidé por completo. Sólo cuando supe que había sido finalista del Arthur C. Clarke Award me interesé por ella. Es entretenida y la he leído a gusto, pero dentro de unos años pocos se acordarán de ella.