Blog ciencia-ficción

Nada de fantaciencia, ni de literatura especulativa, ni de ficción científica, ni tampoco de literatura futurista. Sólo ciencia ficción.

Universo de pocos

Universo de pocos

sábado, 20 de junio de 2015

Greg Egan es muy duro

Luminoso de Greg EganGreg Egan es muy "hard" y en cada uno de los relatos de Luminoso se afana en demostrarlo. Viste sus historias con la parafernalia hard más recalcitrante haciendo que muchos de sus relatos resulten ilegibles. Lo curioso es que con frecuencia sus historias plantean problemas más próximos a la metafísica que a la ciencia. Estas ideas excitantes son las que al final hacen que sus relatos merezcan ser leídos y que tenga tantos seguidores. El peaje que hay que pagar para llegar hasta el final no es asumible para todos los públicos, pero como Egan es un tío duro nada de esto parece importarle.
Otros  autores, por ejemplo Asimov, denostado muchas veces por su estilo simple, cuando quiere ser hard sabe explicarse de manera más concisa y clara que Egan. Cojan sino el cuento Paté de foie y compruébenlo ustedes mismos. Los relatos de la ciencia ficción más arcaica solían abusar de las explicaciones científicas y cada uno de los artilugios que aparecían en ese futuro más o menos lejano era explicado con profusión. Greg Egan hace lo propio, aunque de una manera más moderna, describiendo cada gadget que aparece mediante un monólogo interior. Puede que estéticamente sea más resultón hacerlo así, pero no impide que deje de chirriarme y de agotarme. Es como si cada vez que utilizáramos el mando a distancia de la tele nos detuviéramos a pensar en cómo la señal generada por el resonador de cuarzo induce a un led a producir el rayo infrarrojo cuando lo realmente importante es que podemos manipular el televisor desde nuestro asiento. No creo que nadie busque protagonistas inolvidables en sus historias, pero al menos podía esforzarse en que no fuera siempre el mismo tío racionalista, escéptico y profundo conocedor de la mecánica cuántica y de la tecno-biología, que acaba hartando.

Otra pega es que a pesar de todas las explicaciones científicas muchos de sus relatos no resultan verosímiles. Por ejemplo me cuesta creer que el descubrimiento que se lleva a cabo en Eva Mitocondrial, tenga tanta influencia sobre la sociedad. La historia de Fuego plateado que comienza siendo muy interesante no me resulta convincente en su resolución. Me han gustado Motivos para ser feliz, a pesar de su cargante protagonista, por su originalidad y verosimilitud y Sueños de transición por su insólito acercamiento al momento de la muerte. En cambio La Inmersión de Planck puede tomarse como ejemplo del peor Egan: una historia irrelevante para demostrar sus vastos conocimientos sobre agujeros negros. Ininteligible.

Soy consciente de que con esta crítica los escasos lectores de este blog van a reducirse aún más, pero qué le voy hacer. Sois libres de entrar, de seguir leyendo a Greg Egan y de hacer lo que os venga en gana. Yo, por mi parte, después de todo lo dicho, también seguiré leyendo sus relatos. ¿Por qué? Porque a pesar de todos sus defectos tiene ideas brillantes y tengo la esperanza de que algún día logre crear un relato soberbio.

sábado, 6 de junio de 2015

El vivo me dejó muerto

El vivo de Anna StarobinetsLa primera parte de esta original distopía me ha parecido excelente. Las preocupaciones y angustias de Cero y del resto de los personajes de El Vivo de Anna Starobinets se convierten en las tuyas y saber qué destino les ha deparado la autora te empuja a seguir leyendo de manera compulsiva. Hacía tiempo que no conseguían sorprenderme de la manera en que lo ha hecho Starobinets. Con gran habilidad y sutileza, a través de los diferentes puntos de vista de los personajes, de conversaciones, grabaciones, interrogatorios, etc. y administrando muy bien la información, la autora rusa consigue que nos creamos ese futuro y que lo vivamos como si fuera real. Las analogías que realiza de esa sociedad con el de las termitas además de visuales resultan inquietantes (para Starobinets no somos tan diferentes). Las capas de pensamiento son un hallazgo. El uso que hace de las futuras redes sociales, lo que en la novela se conoce como Socio, para profundizar en los personajes es brillante. ¿Dónde está el pero que todos esperáis? La última parte, con esas poco acertadas referencias al cristianismo, no está a la altura del resto del libro. Por otro lado, sirviéndose de unos malos malísimos los acontecimientos se precipitan de forma descuidada, Starobinets avanza con brusquedad como si tuviera prisa por terminar la novela y finalmente deja sin explicar el origen de Cero.

En cualquier caso un libro original, muy distinto a la ciencia ficción que se publica normalmente, un libro que recomiendo con fervor. Una autora a la que seguiré leyendo y de la que intentaré conseguir Una edad difícil o La Glándula de Ícaro, que acaba de salir ahora mismo.